sábado, 16 de junio de 2012

One Shot: One Of The Boys

Disclaimer: Ni 1D ni Jessica me pertenecen. Son personas reales. Don't hate on me, bitches!

Summary: Ella no quería ser su hermana pequeña, ella no quería ser uno de los chicos. Lo que deseaba con todo su corazón es ser vista como la futura novia del apuesto Louis Tomlinson.

One of the Boys
.

Estaba con la emoción al tope y una sonrisa de oreja a oreja que nadie le podría borrar. Su hermano mayor, Zayn, la llevaría a casa de uno de sus amigos. Más a regañadientes que nada, porque no parecía agradarle la idea de tener que cargar con la pequeña Jessica.

Esperó que saliera todo bien. Unos curiosos nervios la invadían: los amigos de su hermano eran guapísimos. Harry, Liam, Niall y Louis eran como unos súper modelos en esa pequeña ciudad. Ella y sus amigas hablaban siempre de lo hermosos que eran, la perfección de su existencia y cosas por el estilo.

Él la vio de reojo y sonrió. Amaba a su pequeña hermana cómo no nadie sabría jamás, por eso le preocupaba su pequeño enamoramiento con uno de sus mejores amigos. Porque no era posible. Louis Tomlinson era el mayor y tenía una preciosa novia desde meses, así que eso reducía sus probabilidades a un cero.

Les abrió la puerta un sonriente Harry, que se apresuró a apretar las mejillas de la niña y llenarla de besos. Cada que la veía hacía lo mismo, alegando que era tan adorable que no se podía resistir, lo cual resultaba gracioso y extraño, tomando en cuenta que sólo se llevaban dos años y ella tenía doce.

Jessica dio unos saltitos, entrando y esquivando los brazos del Styles. Buscó con la vista al chico de sus sueños hasta que dio con sus orbes que le devolvían la mirada. Aparto los ojos y su rostro se puso ardiente de la vergüenza. Louis se apresuró a darle un abrazo, y ella se derritió.

— ¿Cómo estás, Jess? —su dulce voz consiguió hacer latir su corazón a mil.

—M-muy bien —tartamudeó—. ¿Qué tal tú?

Él le sonrió, separándose de ella y anunció que le iba bien. Niall ocupó su lugar, saludándola con un beso en la mejilla y más atrevido, Liam la cargó en un abrazo casi asfixiante que la hizo reír. Al parecer, los chicos estaban felices de tenerla ahí, pues desde hace mucho que no la habían visto y ya la extrañaban. Era como su pequeña hermana menor.

Acomodados en la habitación de Harry, hicieron lo usual. Jugaban videojuegos y gritaban cuando perdían o ganaban mientras ella se acostaba en la cama haciendo sus deberes de la escuela. De vez en cuando, volteaba a ver a Louis que sonreía embelleciendo su rostro aún más. Reprimió sus suspiros y se enfocó en su tarea.

Un grito le sacó de sus pensamientos. Niall había visto una araña y se reía por la cara de susto de Louis, Liam y Harry. Zayn observaba aburrido la escena al igual que Jessica. ¿Qué mal podría hacer un pequeño animal como ese? Ni siquiera era del tamaño de su pequeña mano.

Exasperada por la situación y al ver que su hermano no hacía nada por calmarlos, cogió un zapato del de rizos y la golpeó hasta que se murió. Al principio, nadie procesó lo que acaban de presenciar. El primero en salir del shock fue Liam, y empezó a agradecer una y otra vez. Harry le sonrió, y haciendo como que no fue gran cosa; Louis le dio un abrazo y besó su frente diciendo que les había salvado su vida.

—Muchísimas gracias —los brillantes ojos le devolvían la mirada y ella se sentía morir—. Me gustaría cambiar a una de mis hermanitas por ti.

Sintió como el corazón se le rompía en miles de pedazos al escuchar esas palabras. De piedra y con la sonrisa más falsa que pudo haber puesto jamás, abandonó la habitación, alegando que tenía que encontrarse con una amiga y se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.

Era lo que temía: Louis sólo la veía como una pequeña hermana y eso no cambiaría si seguía así. No era que fuera fea, poseía una belleza normal, teniendo en cuenta que Dios había sido generoso con su hermano y ella. Limpió las lágrimas rebeldes que caían por su rostro y maldijo no ser más grande para tener una oportunidad con él.

De hecho, ¿por qué de todos los hombres de esa ciudad tuvo que fijarse en un imposible? Un chico mucho más mayor y sumamente atractivo. Piel a perlada y ojos azules como el cielo que hacían que todo desapareciera alrededor. Sollozó en su habitación, sola y sin nadie que la consolara.

No quería ser uno de los chicos o su hermana menor. Necesitaba demostrar, que le dieran la oportunidad, que podía ser la chica de sus sueños. Mejor que esa chica con la que salía; era una estirada y siempre vestía correctamente con perlas. Debía admitir que se veía preciosa con su cabello castaño y esa ropa carísima… Pero ella no era así. Ella era sencilla.

Suspiró al pensar que quizá jamás sería tan hermosa como Eleanor. Era injusto que el único chico del que estuviera enamorada no le hiciera caso. Rodó sobre su cama, viendo la foto que tenía secretamente guardada debajo de su almohada. Estaba ella, el año pasado, sobre las piernas de Harry, mientras Louis le pasaba un brazo por los hombros; Niall en el suelo con los ojos cerrados y riendo y Liam atrás del sillón donde los tres estaban sentados. Zayn tuvo la des fortuna de tomar la foto, pero ¿para qué querría ella tener una foto con su hermano si lo veía casi todo el tiempo?

Louis sonreía hacia ella y Jessy le veía por el rabillo del ojo. Una foto que amaba pero que le recordaba que eran simples amigos o sólo la hermana menor de su mejor amigo.
Sí, darse por vencida sonaba lógico: se ahorraría miles de lágrimas y un sufrimiento innecesario.

4 años después…

Sonrió al espejo, echándose un poco de perfume en el cuello y las muñecas. Cepilló su cabelló unas cuantas veces más antes de sujetarlo en una coleta. Todavía era temprano, pues el amanecer sería en unas cuantas horas más. La razón que estuviera a las cuatro de la mañana despierta y completamente arreglada, era por su hermano Zayn, que llegaría a pasar las vacaciones de verano con ella.

Desde que se había marchado a la Universidad, la casa se sentía más vacía de lo usual, y eso le molestaba de sobremanera. Lo extrañaba demasiado. Divisó el reloj en la pared, dándose cuenta que ya iba retrasada hacia el aeropuerto y corrió escaleras abajo hasta su automóvil. Agradecía que su permiso de conducir se lo hubieran entregado un par de meses atrás y no tendría que tomar un taxi de ida y vuelta.

Una leve llovizna cayó sobre el camino. A todo volumen tenía alguna canción del momento y ella cantaba a todo pulmón sin quitar la vista de la autopista. En cuanto llegó al aeropuerto, buscó la puerta por la cual saldría su hermano, y vio cómo él tenía una cara de fastidio a lado de su equipaje. Rió suavemente y le abrazó.

Zayn soltó un bufido pero la rodeó con sus brazos. Extrañaba a la pequeña Jess que ya no era tan pequeña. Asombrado, contempló el cambio que había dado su hermana y no dudo ni por un segundo que tuviera miles de chicos babeando por ella en la escuela. Sus celos de hermano mayor se mostraron enseguida.

— ¿Qué dice papá de que te vistas así?

Jessica rodó los ojos—. Le da igual y mamá es la que me compra la ropa. Deja el drama.

—Hey, yo también esperaba mi abrazo de bienvenida, Jess.

Respingó en los brazos de su hermano al escuchar esa familiar voz. Con precaución, se separó de Zayn y buscó al chico que había pronunciado aquellas palabras. No se sorprendió que la edad le hubiera sentado de maravilla al Tomlinson… Unos hombros más anchos y unos brazos más musculosos. Todo rastro de pubertad había sido eliminado y en cambio, poseía unas facciones más maduras.

No procesaba que tenía frente a ella al que fue alguna vez su primer amor. Cuando se había prometido dejar de quererle, empezó a evitar toparse con él y tener la menor información de los recientes acontecimientos donde el participaba. Sin embargo, procuró mantener contacto con Liam, Niall y Harry.

Antes de reaccionar, ya la rodeaba Louis. Ella había olvidado lo hermosa y contagiosa que podía ser su sonrisa. Mordió su labio para no suspirar como colegial y devolvió la muestra de afecto que le brindaba.

—Estás diferente —dijo entre dientes, Jessica.

Louis se carcajeó—. Mira quién lo dice. Ya eres toda una mujercita.
Él se las arreglaba para decir cosas inesperadas pero que tenían un gran impacto en ella. Recordó sus años de enamoramiento y los sentimientos regresaron con fuerzas, pero está vez, le sonrió. Porque ya no era esa niña de la que sólo querría como su hermanita, no. Se encargaría de hacerse desear y que la mirará como una mujer a la cual amar.


A la semana de su llegada, Zayn se había juntado con los chicos pero sin llevar a su hermana porque ella decía que tenía mucha tarea y que se atrasaría. Era ilógico, considerando que estaban de vacaciones. Él la dejó ser, pensando que debía tener sus motivos por los cuales no quería ir con sus amigos.

Había una poderosa razón por la que no iba. Pacientemente, esperó a que el viernes llegara y aceptando esta vez la propuesta de su hermano para acompañarlo. Iba con un vestido veraniego de color verde a juego con unos zapatos de tiras cafés. No hizo falta usar mucho maquillaje ni arreglar demasiado su cabello.

Estaba cien por ciento segura que iba a cautivar a Louis.

Zayn le advirtió acerca de que iniciaba una relación con Liam y que le gustaría que no hiciera muchas preguntas al respecto, tampoco con Harry y Niall que se encontraban en la fase de prueba para saber sí eran gays, bisexuales o curiosos.

Ella tenía amigos que tenían preferencias sexuales diferentes y no decía nada al respecto, era discreta y les dejaba ser. El amor es amor.

La casa de Harry era como la recordaba, la única diferencia de la última vez que había estado ahí era el mismísimo dueño del hogar. Recibió a Jessica como solía hacerlo cuando pasaba las tardes por ahí. Sonrió al muchacho, notablemente más alto y con el cabello rizado más largo y brillante. Sorprendida del gran cambio que había dado… Liam también tenía un diferente corte de cabello pero permanecía de una altura promedio, y el rubio arregló sus dientes con unos frenos. Fue como un cambio radical de lo que ella recordaba y estaba acostumbrada.

Su hermano se apoderó de los labios de Liam y por más que quiso, no pudo evitar ver como compartían ese íntimo momento. Se alegraba que por fin hubiera encontrado a su alma gemela, aunque esta hubiera estado todo el tiempo a su lado disfrazado de su mejor amigo.

Louis la recibió de nuevo y ella se mostró un poco distante, desconcertando al mayor. Usaría la táctica de la estira y afloja para ver cómo resultaba. Y vaya que funcionó, él no le quitó sus ojos el resto de la tarde… Jessica dio un gran paso.

— ¿Qué pasó con Eleanor? —inquirió el Styles, antes de llevarse un puñado de frituras a la boca.

Sí, era lo que pensaban los presentes al darse cuenta que no la había mencionado ni una vez. Él sonrió con tristeza y desvió la mirada hacia sus pies.

—Terminó conmigo —dijo con la voz quebrada—. Me ha dejado por un tal Daniel.

Zayn rió—. Querrás decir ‘’una’’ tal.

El Tomlinson lo miró con confusión y esperó a que el continuara para aclarar su duda acerca de su comentario.

—Danielle está conmigo en varias clases —declaró—. Actualmente es una ella.

Nadie imaginaba que el actual novio de Eleanor en realidad fuera una ‘’novia’’. Louis se sintió aún más devastado, creyéndose poco hombre y con la autoestima por los suelos. Como si nada hubiera sucedido, continuaron en sus cosas, pero Jessica sentía cómo él no quería estar más ahí.

Pidió hablar con él a solas, pero él parecía no querer recordar lo que sucedió con su ex. Esforzándose mucho, consiguió sacarlo hasta el patio delantero de la casa de Harry, dónde se sentaron en la banqueta y él murmuraba cosas sin sentido.

—Calmado, no entiendo nada de lo que dices.

Cogió una bocanada de aire—. Eleanor fue mi primer amor, no puedo decir que fue mi primera novia, porque no lo fue. Ella es especial para mí.

Fue el turno de Jessica de sonreír con tristeza. No deseaba conocer tantos detalles, pero los necesitaba, a final de cuentas, ella no podría cambiar los sentimientos de Louis de la noche a la mañana.

— ¿Puedo confesarte algo?

Asintió, mirando a la chica ver al otro lado de la calle como si fuera lo más interesante del mundo.

—Tú eres mi primer amor, Louis Tomlinson.

Él no necesitó decir nada ni ella, porque las cartas estaban sobre la mesa. Había hablado en forma presente y no pasada, lo que dejaba en claro que ella todavía guardaba sentimientos por el joven. E inesperadamente, no fue un silencio incómodo lo que los rodeó, si no un silencio agradable mientras escuchaban al viento soplar levemente y el sol quemaba su piel.

— ¿Qué esperas de mí?

Jessica sonrió de oreja a oreja—. Quiero que dejes de verme como una de los chicos, porque no lo soy. Hasta dónde yo sé, nací mujer.

—Eres una mujer muy hermosa, pero después de tantos años, te veo como una hermana pequeña…

Rió quedamente y le miró con ironía.

—Hace unas horas no me mirabas de esa forma. Te vi. Me comías con los ojos.

Louis sonrió. Definitivamente no era esa niña que había conocido años atrás. Cambió para bien y quién sabe, tal vez en un futuro, dejaran de ser sólo amigos para dar paso a una relación formal. Esperaba que Zayn no le golpeara si eso llegaba a suceder.


El verano casi daba por finalizado, y eso indicaba varias cosas. La primera: el tiempo en compañía de Louis disminuía. Segunda: quizá no lo vería hasta diciembre para navidad. Tercera: Zayn era sobreprotector y casi no le permití estar con Lou. Exasperada, sugirió que se encontraran en un parque cerca de su casa.

Algo cambió en los últimos días. Louis y ella se volvieron unidos, más que amigos pero menos que una pareja, cosa que agradaba a ambos. Él se encontraba en un columpio, con movimientos lentos se balanceaba de atrás para delante y veía el atardecer.

—Ya veo que estás teniendo diversión.

Se sobresaltó por la voz de Jessica pero rápidamente le sonrió y la invitó a sentarse en el columpio que estaba a un costado de él. Aceptando la invitación, comenzó a columpiarse al mismo ritmo que él.

—Pronto regresaré a la Universidad.

—Lo sé.

—Te echaré de menos.

Volteó su rostro del atardecer a los ojos azules de Louis, que la observaban con adoración. Y tuvo que preguntar, tuvo que salir de su duda antes que su cuerpo entero explotara por la curiosidad. Su corazón merecía saber si debía seguir amándole de esa forma o dejarle marchar de nuevo, y esta vez, para siempre.

— ¿Cómo ha una hermana menor?

Detuvo su columpio y saltó de él, poniéndose enfrente del de Jessica y sostuvo las cadenas, capturando la mirada de ella.

—No.

Y la besó. Fue un momento perfecto, el atardecer era una escena romántica para su primer beso. Ella tenía las manos sobre su regazo, y después se movieron hasta la camiseta de rayas de Lou. Era un momento que recordaría por siempre.

Luego de años y años sin que él le hiciera caso, por fin su sueño se había vuelto realidad. Su primer y único amor la dejó de ver como una más de los chicos o como su hermana pequeña, para verla como una mujer de la que se podía enamorar.

Cuz I don't want to be
One of the boys
One of the guys
Just give me a chance
To prove to you
I'm neither
I just wanna be
One of the girls
So pretty in pearl
Not one of the boys

Fin

N/A: So, aquí está el OS que del que te hablé Jess, espero que te gustara mucho. Fue divertido escribirlo. Love you!

viernes, 4 de mayo de 2012

A Moment Like This


Disclaimer: ¿Cómo digo ahora que los ''personajes'' no me pertenecen si son de carne y hueso?
Summary: Harry y Louis llevan unos meses saliendo en secreto, pero el mayor no quiere hacerlo público y Harry se deprime. Teniendo un final inesperado. Para Jess, que le dije que haría un OS del Larry para dedicarselo. Love you x.

A Moment Like This

—Esa entrevista fue bestial —dijo Liam con una adorable sonrisa en su rostro. Los cuatro chicos asintieron y rieron por el comentario.

Había sido muy entretenida y con un final inesperado. Eso le recordó a Harry lo que Louis había hecho.

—Hey, Boo Bear —Lo llamó haciendo que el detuviera su andar y lo esperase—. ¿Cómo es que tocas al muñeco ahí pero a mí no me has tocado hace muchas entrevistas?

El mayor rió con ganas. Se aseguró que nadie estaba viendo y le dio un beso rápido en la comisura de sus labios, lo que hizo que el otro sonriera. Ambos volvieron a cerciorarse que nadie los mirase y se tomaron de las manos, caminando rumbo a la camioneta para encontrarse con los otros chicos.

Niall estaba engullendo un Subway lleno de muchas cosas que parecían no caber dentro del pan; Liam estaba texteando, seguramente en Twitter hablando acerca de la entrevista y Zayn hablaba con Paul acerca de lo que estarían haciendo las próximas horas.

Aquel dúo entró a la camioneta y se acomodaron de forma en que Harry podía colocar su cabeza en el hombro de Lou, a pesar de que él era más alto. Cerró sus ojos y esperó a que el sueño lo invadiera mientras sus cabellos eran acariciados por esas manos tan conocidas. Suspiró y entre sueños murmuraba el nombre de la persona amada.
Sin embargo, en algún momento, su sueño comenzó a volverse pesadilla. De repente se encontraba en una habitación y en sus manos sostenía varios periódicos con Louis en la portada… Pero no estaba solo. Claro que no. Lo acompañaba a lado una castaña de brillantes ojos con una sonrisa deslumbrante, Eleanor Calder. Él sabía que no tenía por qué afectarle esto, que era una farsa, y aún así el dolor persistía en su pecho. Comenzó a sentir como el aire le hacía falta y la habitación se iba haciendo más pequeña a su alrededor. Las lágrimas corrían por sus mejillas y lo único que quería era despertar de ese mal sueño.

‘’Louis ha declarado: La amo más que nada. Eleanor es mi vida’’ leía con letras grandes y negras al principio. ‘’Ella tiene mi corazón’’ ‘’Es mi alma gemela’’… Y muchos más de testimonios que había dado en diversas entrevistas. A ojos del mundo, ellos eran pareja pero para círculos cercanos se sabía la verdad detrás del Larry Stylinson. Sólo que en esa habitación, sin nadie cerca, no podía diferenciar la verdad de la ficción. ¿Eleanor Calder? ¿Louis Tomlinson? ¿Quién era él?

— ¡Harry! ¡Harry! —escuchó su nombre. Los periódicos tenían toda su atención que no podía ver de dónde provenía la voz—. ¡Demonios! Hazza, ¡despierta!

Fue un despertar abrupto. Sus ojos se toparon con otros azules que se veían preocupados. Parpadeó y sintió unas lagrimillas deslizarse por sus pestañas y perderse en sus mejillas. Unos labios se posaron sobre los suyos en un gesto de amor. Volvió a cerrar sus ojos y movió a la par su boca. Fue inevitable el suspiro que se escapó. Ahí era a dónde pertenecía, a los brazos de Louis.

— ¿Qué está mal? —inquirió, angustiado el mayor.

Los sollozos de Harry se hicieron cada vez más notables y las lágrimas cayeron. Se incorporó de su cama —ignorando por completo como había llegado ahí, tal vez por Lou— y con voz temblorosa, imploró:

—Es suficiente.

La confusión surcó en el rostro del Tomlinson y esperó a que le aclarara lo que quería decir.

—Tú y Eleanor —pronunció entre lloriqueos—. Cada que los veo juntos mi corazón se rompe, Lou, y no es justo. Porque yo sólo quiero estar contigo, yo sólo quiero que salgamos como una pareja normal lo haría. ¡PERO NO SE PUEDE! Todo lo puedo tener excepto esto —sujetó las mejillas de su novio y le plató un beso—. No es justo —dijo contra sus labios.

Esas palabras se repitieron por la mente de Louis, dándole vueltas una y otra vez. Los suaves labios del chico de ojos esmeraldas seguían sobre los suyos pero más como una caricia que como un beso. Sabía que tenía razón, ¿cómo negarlo? Su ‘’relación’’ con Eleanor era en lo que pensaba en las entrevistas y por momentos creía que era real. La dulce chica era buena fingiendo y todo ese amor de alguna forma le llegaba. Y luego estaba ese chico que ponía su mundo de cabeza, al que amaba de forma incondicional y que daría su vida por él: Harry Styles.
Justo al que tenía frente a él.

—Harry, tú sabes que es por el contrato…

— ¡Al diablo con eso! —gruñó y se separó como si quemara—. Estar en One Direction es de las mejores cosas que me ha pasado, ¿pero de qué me sirve la fama si no puedo estar con la persona a la que amo, si no puedo agarrarle de la mano y besarle en público?

—Estás siendo dramático…

— ¿Lo estoy siendo? —Las traicioneras lágrimas regresaron a sus ojos y corrieron con libertad por sus ojos—. Pensé que tú me amabas y que teníamos algo especial —dijo con voz resentida—. ¿Esto es un error? ¿Estoy mal por amarte? ¡Contesta! ¿Estoy siendo egoísta al querer estar contigo? Dime… Sí es así, te dejaré —agregó con mucha tristeza y pesadez—. No quiero ser un estorbo en tu vida. Quiero tu felicidad más que nada —lloraba con fuerza que el corazón de Louis se rompía en miles de pedazos al verlo en ese estado—. Además me he dado cuenta que siempre que quiero decir que tenemos una relación, tú dices algo que lo hace parecer broma, cuando no lo es. ¿Te avergüenzo, Louis? Porque yo te amo como no tienes idea y no me da miedo gritar que te amo. ¿¡Escucharon!? ¡Yo, Harry Styles, amo a Louis Tomlinson! —vociferó con fuerza.

Le costaba entender lo que el menor le decía porque cambiaba de tema tan rápido que no procesaba bien la información. Él no le avergonzaba, al contrario, se daba vergüenza a sí mismo. No era lo suficientes pantalones para declarar abiertamente su preferencia sexual y decir quién era la verdadera persona con la que salía. Harry estaba hecho un lío de sentimientos. Se levantó de la cama y dejó solo al chico de rizos. Tenía que pensar muchas cosas y verlo en ese estado no lo dejaba concentrarse.

Pero Harry tomó aquello como un rechazo y su corazón se rompió completamente.
Un par de días después, la joven pareja seguía sin hablarse. Louis había decidido irse unos días con su familia, dejando al chico de rizos en su departamento. Muchas dudas asaltaban su mente como pequeñas estrellas fugaces: ¿Habían terminado? ¿Realmente nunca lo amó? ¿Qué pasaría con One Direction? Sin embargo, no tenía respuesta a ninguna. El Styles se la pasaba sin salir de su habitación, preocupando a Niall, Liam y Zayn, que lo visitaban por turnos.

El aspecto demacrado de él les preocupaba. Liam dejó de intentarlo porque se dio cuenta que necesitaba unos momentos de soledad… Después Zayn y al final Niall, hicieron lo propio. Sí él no quería ser ayudado, ellos no podían hacer absolutamente nada. Y se odiaban por eso. Aquel día, los tres chicos estaban reunidos en la pequeña salita de estar de Louis y Harry, charlando del comportamiento del menor, cuando de pronto, aquel nombre que ni por la mente les cruzó, apareció.

—Sólo espero que no sea nada grave —Comentó, Niall—. Me recuerda a cuando a Louis le impusieron tener una novia para alejar las sospechas de su relación…

— ¡Louis! —Gritó, Liam, en un momento de iluminación—. ¿Crees que él sepa algo acerca de Harry?

— ¿O qué sea el culpable de que esté así? —dijo como quién no quiere la cosa, Zayn.

Se miraron entre sí y cogieron el teléfono, marcando un conocido número de celular. Pusieron el altavoz; el primer timbre llegó, seguido de un segundo. No fue hasta el quinto que una familiar voz respondió al otro lado de la línea.

— ¿Hazza? —Su voz sonó esperanzada.

—Err, no —Carraspeó, Zayn—. Somos Niall, Liam y yo.

Unos segundos pasaron en silencio, donde sólo se escuchaba la respiración del mayor.

— ¿Sí? ¿Qué desean? ¿Está todo bien? ¿Harry está bien?

—Oh, sí, no te preocupes, Louis —Se apresuró, Liam, intentando calmar la ansiedad de su amigo—. Pero, precisamente, queríamos hablarte de él…

Louis sabía lo que vendría a continuación, ¿para qué negarlo? Querían una explicación al comportamiento de Harry. Él sabía cómo estaba; la noche anterior se coló al departamento y fue a su habitación para encontrarlo dormido y con rastros de lágrimas en sus mejillas incoloras. Un pesado suspiró escapó de sus labios. Era su culpa. Su comportamiento, sus dudas, su orgullo.

— ¿Louis? —Inquirió, Niall, receloso—. ¿Qué ha pasado entre tú y él?

La directa pregunta quedó en el aire, a la espera de su respuesta.

—Eso no les incumbe.

Los cuatro chicos respingaron ante la grave voz del Styles, que se encontraba viéndolos desde el margen de la puerta. Esa voz hizo que el corazón de Louis se acelerara y sin poder reaccionar del todo, colgó el teléfono y cogió las llaves de su auto, rumbo a su casa.

Mientras tanto, las miradas de Zayn, Niall y Liam viajaban de entre sus rostros al del chico de rizos, que los fulminaba con la mirada. Oprimieron el botón para dar por terminada la llamada e intentaron poner una sonrisa en su rostro, siendo imposible a como se sentían. Harry se acercó a ellos, lentamente, y con sus ojos pensativos.

—Chicos, no fue mi intención sonar así de rudo —aclaró—. Pero lo que suceda entre Louis y yo, es entre nosotros dos…

—No —interrumpió, Zayn—. ¿No puedes ver que nos preocupas?

Harry rió secamente.

—Lo siento por esto —dijo sinceramente—. No fue ese mi propósito. Yo los veo como unos hermanos, lo menos que quiero es su preocupación. Lo siento —repitió.

—Sigues sin comprender —indicó, el rubio—. Prohibirnos preocuparnos es como prohibirnos quererte, Harry. Deseamos lo mejor para ti. Ver esa sonrisa con hoyuelos en tu cara y no esas deprimentes facciones.

Inmediatamente, el corazón de Harry se encogió. Genial, ahí estaba de nuevo, haciendo sufrir a las personas que más le importaban y quería. Los miró una última vez, antes de que sus ojos se comenzaran a llenar de lágrimas y corrió a ocultarse a su habitación.  Lo había arruinado todo de nuevo.

‘’Bien hecho, Harold’’ se reclamó a sí mismo ‘’La has jodido de nuevo. ¡Solo eso sabes hacer!’’

De repente, los párpados le pesaron demasiado que se cerraron por completo, llevándolo al mundo de los sueños.
A la mañana siguiente, el sonido de su celular le alertó que tenía un mensaje de texto. Sus hinchados ojos se enfocaron en la pantalla. Parpadeó un par de veces para acostumbrarse y leer con claridad lo que decían esas letras negras. Chasqueó la lengua. Tendrían una entrevista en dos horas. A regañadientes se levantó de su cama, corrió a ducharse y cogió la ropa más combinable posible.

Cuando decidió ir al comedor por un desayuno rápido, se encontró con la única persona que era capaz de armarlo y deshacerlo en un segundo.

—Buen día, Hazza.

Unas nauseas le entraron pero resistió darse la vuelta e irse de nuevo a llorar. Caminó como robot hacia el refrigerador y tomó la leche. Volteó al estante para agarrar el cereal y un cuenco. Se situó junto al mayor y se sirvió el desayuno, derramando un poco de todo. Louis rió.

—Veo que alguien sigue dormido —comentó, burlón.

Harry frunció el ceño y lo ignoró.

—No puedes hacer como que no existo por siempre…

— ¿Quién dice que no? —Aulló, enojado—. Es lo que has estado haciendo estos días, ¿no? ¿No tengo el derecho de hacer lo mismo?

Dejó caer la cuchara dentro del plato y se retiró del lugar para ir al apartamento de Liam a esperar por la entrevista. Paul fue a por cada uno y subieron todos a la camioneta, pero en lugar de sentarse como siempre, el menor se colocó junto a Niall y comenzó a hacerle una plática a mena, intentando despejar su mente. Fue una buena decisión, porque al llegar al programa y pasar por el maquillaje, se veía más como un humano que como un zombie. Sonreía ante las cosas que decía el rubio y le respondió con otras bromas más juguetonas.

La entrevista dio inicio como siempre, dándoles la bienvenida, hablando del álbum, las giras y eso.

—Chicos, chicos —Habló el anfitrión—. Tengo entendido que Louis y Liam tienen novia.

—Así es —Afirmó el Payne.

— ¿Hace cuánto que no las ven?

El más joven de los cinco se puso incómodo y lo hizo notar cambiando su postura a una más tensa.

—Hace como una semana vi a Danielle. Fuimos, eh, a una cena nosotros dos. Muy romántica.

—Parece que todo va viento en popa para ti, Liam. ¿Qué hay de ti, Louis?

—Estamos bien. Nos vimos hace dos días.

Harry que veía sus pies, giró su cabeza hasta encontrarse con los ojos azulados que tanto amaban y que lo destrozaban en este momento. El mayor tenía una sonrisa falsa y contestaba acerca de él y Eleanor. El Styles pensó que mientras él estaba deprimido y siendo un imbécil con sus amigos, su ‘’ex’’ novio había estado pasándola en grande con su beard.

—Entonces, ¿Zayn, Harry, Niall? ¿Para cuándo las novias?

Y sin más, explotó.

—No te preocupes por mí —se apresuró, Harry—. Yo desde hace meses que tengo a alguien.

Las chicas del público soltaron gritos de sorpresa y uno que otro jadeo. Al entrevistador le brillaron los ojos y ansioso por la exclusiva que tendría, esperó a que continuara. Tanto Louis como los demás lo veían incrédulos. ¿En serio planeaba contarles acerca de él y Lou? ¿Sería demasiado tarde y obvio para detenerlo?

—Danos más detalles, Harry —pidió, efusivamente el entrevistador.

—Oh, es como siempre he dicho —dijo—. Alguien divertido, con una sonrisa hermosa… Puedo hablar horas y horas sin aburrirme, y hasta hace poco creí que me amaba tanto como yo le amaba.

De nuevo, el público enloqueció.

— ¿Qué pasó con ella?

—No lo sé. Pienso que no me ama lo suficiente para que lo hagamos oficial. Nunca había sentido esto por nadie, pero…

— ¿Quién es? ¿Está presente?

Todos se miraron entre sí, buscando a la chica especial de uno de los jóvenes más codiciados del mundo. Ninguna se veía inusualmente perturbada, si no que todas estaban inquietas, mirando a todos lados. Louis empezó a mover su pierna nerviosamente y sorbió un poco del agua en su vaso. Su boca estaba seca y podía apostar a que le resto del grupo estaba igual de ansiosos.

Los ojos esmeraldas de Harry viajaron hasta Louis y le dio una sonrisa triste para volverse al entrevistador y contestar con la voz rota.

—No.

Sonidos de inconformidad volaron por la sala. El Tomlinson evitó suspirar de alivio y al instante se sintió culpable. Cuando sus ojos se habían encontrado con los de su amado, pudo ver cómo estaban vacíos y sin sentimiento. Aquello le devastó y volteó a ver a los demás, a la espera de su aprobación. Sus amigos le sonreían, con felicidad. Era ahora o nunca.

—Eso no es cierto, Harry.

El chico respingó ante la mención de su nombre y rápidamente busco el rostro de la persona que más amaba.

— ¿Entonces sí está aquí ella? —preguntó, de nuevo, el metiche hombre que les hacía la entrevista.

Niall rió.

—Actualmente, no es un ‘’ella’’.

Unas chicas del público gritaron. ¡Dios santo! Si no era un ‘’ella’’ era un ‘’él’’… Y quién más podía ser que el joven Louis Tomlinson.

—El Larry Stylinson es real —gritaban entre la multitud.

La mayoría de los presentes estaban perplejos y sin creerse lo que estaba sucediendo. Después de muchas especulaciones, de muchas negaciones, de todas las fotos y vídeos… Todo era real, verdadero y único. Las fans no estaban tan locas y ellos de verdad tenían una relación.

En el sillón eran Louis, Liam, Zayn, Niall y Harry, seguido de otro sillón individual para el entrevistador. Lou se levantó y se colocó de rodillas frente al chico de rulos y tomó sus manos entre las suyas, perdiéndose en ese mar verdoso.

— ¡Yo, Louis Tomlinson, amo a Harry Styles! —vociferó, imitando el grito que Harry había hecho hace unos días.

Y sus labios se encontraron, dándose un beso suave y dulce frente a millones de televidentes y a nivel nacional. Un beso que expresaba todo su amor y que no dejarían que nada y nadie les separara. Gritos de júbilo se oyeron y sus amigos reían y aplaudían que por fin podían ser felices.

Esa entrevista no sólo reveló la relación de Harry y Louis si no que iba a ser recordada por ser la más hermosa jamás hecha. Aquel perfecto momento entre esos chicos que se habían declarado de otro bando y que ya no temían de mostrar lo mucho que estaban unidos.

El beso se prolongó unos minutos más, dando por concluida la entrevista.

En cuanto se separaron, con las manos entrelazadas y con la voz dulce, Harry dijo:

— ¿Sabes qué tendremos problemas?

—Eso no importa mientras yo pueda estar contigo siempre, Harry.

Ese loco corazón pareció querer escarparse del pecho del menor. Suspiró.

—Te amo, Boo Bear.

—Yo te amo más, Hazza.

Fin

jueves, 1 de diciembre de 2011

RESULTADOS. VISITEN A ESTAS GRANDIOSAS CHICAS


Resultados:
Antes que nada, fue una sorpresa de los resultados.

1° ''Esperaré por ti'' & ''Memorias'', de Samantha McCarty y Chapis Cullen, respectivamente.

2° ''Premio al empleado del mes'', por bars-9.

3° ''Morena Mía'', de Bella-Bere''Daughters'', por Scarlett.Sugar.Fairy''La Mitad de mi Corazón'', de Marttha Cullen Dollanger.
Una vez que hayan visto los resultados, son libres de solicitar su premio.


PREMIO ESPECIAL:


¡Muchas felicidades a todas la ganadoras!

martes, 27 de septiembre de 2011

SECUELA: Juguemos esta noche

SE APROXIMA:


    ''Cayendo en la tentación esta noche''


Spoiler:




Cuando estaba por decir ''acepto'', la penetrante mirada de Kaname estaba sobre ella, deseando que fuera su mujer de una vez. Yuki tenía otros planes. Ladeo su cabeza y mirando fijamente los ojos de su hermano -casi esposo-, anunció:


- ¿Y qué recibo yo. casándome contigo, sempai?


                                                                END SPOILER


Pero si quieres saber acerca de la noche de bodas...








Tendras que esperar, porque aún sigue sin ser escrito.


Gracias por leer.

viernes, 15 de julio de 2011

Avance: The Liar



Estaba en alguna parte de Texas. En un motel apenas visitado, junto a una exuberante morena. Me sonrió, mostrando sus blancos dientes, y después saludó con un apasionado beso. Ese era yo, Charles Cullen. Moví mi flequillo dorado lejos de mi rostro, para corresponder mejor el beso. La chica, cuyo nombre había olvidado o quizás nunca había conocido, se escapó de mis animadas manos; enredó su cuerpo entre la amarillenta sábana y se fue al baño.


Aproveché mis minutos en soledad para encender un cigarrillo. El humo inundó la estancia, y lo único que podía pensar era en lo relajante que era estar lejos del trabajo. Con el cigarrillo aún, me levanté para ponerme mi vieja playera, el pantalón gris de vestir y la chaqueta a juego. Sí, todo un Don Juan. Revisé mi apariencia en el espejo frente a la cama: el despeinado cabello rubio, a excepción de mi flequillo siempre en orden.


A mis veintiséis años, disfrutaba planamente mi vida. Guiñé un ojo a mi reflejo.
Unos fuertes golpes a la puerta me hicieron retroceder. Fruncí el ceño. La mujer salió del baño, con los ojos abiertos del susto. Entonces, sí había traído a la cama a una loca. Entre susurros, le reclamé:


— ¿Quién jodidos es?


Ella negó con la cabeza y dijo algo tan rápido que no le entendí. Gruñí y le hice señas para que se callara, pero para esos momentos, la puerta se abrió estruendosamente y un hombre en traje negro entró. Era calvo, feo y se veía que tenía dinero; en sus manos sostenía una pistola y la apuntaba en dirección. Vi su intención de disparar y corrí, zigzagueando. La morena gritó: ‘’Es mi esposo’’. ¡Putísima madre! Me iban a matar.




Les presento a mi nueva creación: Charles Cullen. Amalo, adoralo, pero es mío.