viernes, 4 de mayo de 2012

A Moment Like This


Disclaimer: ¿Cómo digo ahora que los ''personajes'' no me pertenecen si son de carne y hueso?
Summary: Harry y Louis llevan unos meses saliendo en secreto, pero el mayor no quiere hacerlo público y Harry se deprime. Teniendo un final inesperado. Para Jess, que le dije que haría un OS del Larry para dedicarselo. Love you x.

A Moment Like This

—Esa entrevista fue bestial —dijo Liam con una adorable sonrisa en su rostro. Los cuatro chicos asintieron y rieron por el comentario.

Había sido muy entretenida y con un final inesperado. Eso le recordó a Harry lo que Louis había hecho.

—Hey, Boo Bear —Lo llamó haciendo que el detuviera su andar y lo esperase—. ¿Cómo es que tocas al muñeco ahí pero a mí no me has tocado hace muchas entrevistas?

El mayor rió con ganas. Se aseguró que nadie estaba viendo y le dio un beso rápido en la comisura de sus labios, lo que hizo que el otro sonriera. Ambos volvieron a cerciorarse que nadie los mirase y se tomaron de las manos, caminando rumbo a la camioneta para encontrarse con los otros chicos.

Niall estaba engullendo un Subway lleno de muchas cosas que parecían no caber dentro del pan; Liam estaba texteando, seguramente en Twitter hablando acerca de la entrevista y Zayn hablaba con Paul acerca de lo que estarían haciendo las próximas horas.

Aquel dúo entró a la camioneta y se acomodaron de forma en que Harry podía colocar su cabeza en el hombro de Lou, a pesar de que él era más alto. Cerró sus ojos y esperó a que el sueño lo invadiera mientras sus cabellos eran acariciados por esas manos tan conocidas. Suspiró y entre sueños murmuraba el nombre de la persona amada.
Sin embargo, en algún momento, su sueño comenzó a volverse pesadilla. De repente se encontraba en una habitación y en sus manos sostenía varios periódicos con Louis en la portada… Pero no estaba solo. Claro que no. Lo acompañaba a lado una castaña de brillantes ojos con una sonrisa deslumbrante, Eleanor Calder. Él sabía que no tenía por qué afectarle esto, que era una farsa, y aún así el dolor persistía en su pecho. Comenzó a sentir como el aire le hacía falta y la habitación se iba haciendo más pequeña a su alrededor. Las lágrimas corrían por sus mejillas y lo único que quería era despertar de ese mal sueño.

‘’Louis ha declarado: La amo más que nada. Eleanor es mi vida’’ leía con letras grandes y negras al principio. ‘’Ella tiene mi corazón’’ ‘’Es mi alma gemela’’… Y muchos más de testimonios que había dado en diversas entrevistas. A ojos del mundo, ellos eran pareja pero para círculos cercanos se sabía la verdad detrás del Larry Stylinson. Sólo que en esa habitación, sin nadie cerca, no podía diferenciar la verdad de la ficción. ¿Eleanor Calder? ¿Louis Tomlinson? ¿Quién era él?

— ¡Harry! ¡Harry! —escuchó su nombre. Los periódicos tenían toda su atención que no podía ver de dónde provenía la voz—. ¡Demonios! Hazza, ¡despierta!

Fue un despertar abrupto. Sus ojos se toparon con otros azules que se veían preocupados. Parpadeó y sintió unas lagrimillas deslizarse por sus pestañas y perderse en sus mejillas. Unos labios se posaron sobre los suyos en un gesto de amor. Volvió a cerrar sus ojos y movió a la par su boca. Fue inevitable el suspiro que se escapó. Ahí era a dónde pertenecía, a los brazos de Louis.

— ¿Qué está mal? —inquirió, angustiado el mayor.

Los sollozos de Harry se hicieron cada vez más notables y las lágrimas cayeron. Se incorporó de su cama —ignorando por completo como había llegado ahí, tal vez por Lou— y con voz temblorosa, imploró:

—Es suficiente.

La confusión surcó en el rostro del Tomlinson y esperó a que le aclarara lo que quería decir.

—Tú y Eleanor —pronunció entre lloriqueos—. Cada que los veo juntos mi corazón se rompe, Lou, y no es justo. Porque yo sólo quiero estar contigo, yo sólo quiero que salgamos como una pareja normal lo haría. ¡PERO NO SE PUEDE! Todo lo puedo tener excepto esto —sujetó las mejillas de su novio y le plató un beso—. No es justo —dijo contra sus labios.

Esas palabras se repitieron por la mente de Louis, dándole vueltas una y otra vez. Los suaves labios del chico de ojos esmeraldas seguían sobre los suyos pero más como una caricia que como un beso. Sabía que tenía razón, ¿cómo negarlo? Su ‘’relación’’ con Eleanor era en lo que pensaba en las entrevistas y por momentos creía que era real. La dulce chica era buena fingiendo y todo ese amor de alguna forma le llegaba. Y luego estaba ese chico que ponía su mundo de cabeza, al que amaba de forma incondicional y que daría su vida por él: Harry Styles.
Justo al que tenía frente a él.

—Harry, tú sabes que es por el contrato…

— ¡Al diablo con eso! —gruñó y se separó como si quemara—. Estar en One Direction es de las mejores cosas que me ha pasado, ¿pero de qué me sirve la fama si no puedo estar con la persona a la que amo, si no puedo agarrarle de la mano y besarle en público?

—Estás siendo dramático…

— ¿Lo estoy siendo? —Las traicioneras lágrimas regresaron a sus ojos y corrieron con libertad por sus ojos—. Pensé que tú me amabas y que teníamos algo especial —dijo con voz resentida—. ¿Esto es un error? ¿Estoy mal por amarte? ¡Contesta! ¿Estoy siendo egoísta al querer estar contigo? Dime… Sí es así, te dejaré —agregó con mucha tristeza y pesadez—. No quiero ser un estorbo en tu vida. Quiero tu felicidad más que nada —lloraba con fuerza que el corazón de Louis se rompía en miles de pedazos al verlo en ese estado—. Además me he dado cuenta que siempre que quiero decir que tenemos una relación, tú dices algo que lo hace parecer broma, cuando no lo es. ¿Te avergüenzo, Louis? Porque yo te amo como no tienes idea y no me da miedo gritar que te amo. ¿¡Escucharon!? ¡Yo, Harry Styles, amo a Louis Tomlinson! —vociferó con fuerza.

Le costaba entender lo que el menor le decía porque cambiaba de tema tan rápido que no procesaba bien la información. Él no le avergonzaba, al contrario, se daba vergüenza a sí mismo. No era lo suficientes pantalones para declarar abiertamente su preferencia sexual y decir quién era la verdadera persona con la que salía. Harry estaba hecho un lío de sentimientos. Se levantó de la cama y dejó solo al chico de rizos. Tenía que pensar muchas cosas y verlo en ese estado no lo dejaba concentrarse.

Pero Harry tomó aquello como un rechazo y su corazón se rompió completamente.
Un par de días después, la joven pareja seguía sin hablarse. Louis había decidido irse unos días con su familia, dejando al chico de rizos en su departamento. Muchas dudas asaltaban su mente como pequeñas estrellas fugaces: ¿Habían terminado? ¿Realmente nunca lo amó? ¿Qué pasaría con One Direction? Sin embargo, no tenía respuesta a ninguna. El Styles se la pasaba sin salir de su habitación, preocupando a Niall, Liam y Zayn, que lo visitaban por turnos.

El aspecto demacrado de él les preocupaba. Liam dejó de intentarlo porque se dio cuenta que necesitaba unos momentos de soledad… Después Zayn y al final Niall, hicieron lo propio. Sí él no quería ser ayudado, ellos no podían hacer absolutamente nada. Y se odiaban por eso. Aquel día, los tres chicos estaban reunidos en la pequeña salita de estar de Louis y Harry, charlando del comportamiento del menor, cuando de pronto, aquel nombre que ni por la mente les cruzó, apareció.

—Sólo espero que no sea nada grave —Comentó, Niall—. Me recuerda a cuando a Louis le impusieron tener una novia para alejar las sospechas de su relación…

— ¡Louis! —Gritó, Liam, en un momento de iluminación—. ¿Crees que él sepa algo acerca de Harry?

— ¿O qué sea el culpable de que esté así? —dijo como quién no quiere la cosa, Zayn.

Se miraron entre sí y cogieron el teléfono, marcando un conocido número de celular. Pusieron el altavoz; el primer timbre llegó, seguido de un segundo. No fue hasta el quinto que una familiar voz respondió al otro lado de la línea.

— ¿Hazza? —Su voz sonó esperanzada.

—Err, no —Carraspeó, Zayn—. Somos Niall, Liam y yo.

Unos segundos pasaron en silencio, donde sólo se escuchaba la respiración del mayor.

— ¿Sí? ¿Qué desean? ¿Está todo bien? ¿Harry está bien?

—Oh, sí, no te preocupes, Louis —Se apresuró, Liam, intentando calmar la ansiedad de su amigo—. Pero, precisamente, queríamos hablarte de él…

Louis sabía lo que vendría a continuación, ¿para qué negarlo? Querían una explicación al comportamiento de Harry. Él sabía cómo estaba; la noche anterior se coló al departamento y fue a su habitación para encontrarlo dormido y con rastros de lágrimas en sus mejillas incoloras. Un pesado suspiró escapó de sus labios. Era su culpa. Su comportamiento, sus dudas, su orgullo.

— ¿Louis? —Inquirió, Niall, receloso—. ¿Qué ha pasado entre tú y él?

La directa pregunta quedó en el aire, a la espera de su respuesta.

—Eso no les incumbe.

Los cuatro chicos respingaron ante la grave voz del Styles, que se encontraba viéndolos desde el margen de la puerta. Esa voz hizo que el corazón de Louis se acelerara y sin poder reaccionar del todo, colgó el teléfono y cogió las llaves de su auto, rumbo a su casa.

Mientras tanto, las miradas de Zayn, Niall y Liam viajaban de entre sus rostros al del chico de rizos, que los fulminaba con la mirada. Oprimieron el botón para dar por terminada la llamada e intentaron poner una sonrisa en su rostro, siendo imposible a como se sentían. Harry se acercó a ellos, lentamente, y con sus ojos pensativos.

—Chicos, no fue mi intención sonar así de rudo —aclaró—. Pero lo que suceda entre Louis y yo, es entre nosotros dos…

—No —interrumpió, Zayn—. ¿No puedes ver que nos preocupas?

Harry rió secamente.

—Lo siento por esto —dijo sinceramente—. No fue ese mi propósito. Yo los veo como unos hermanos, lo menos que quiero es su preocupación. Lo siento —repitió.

—Sigues sin comprender —indicó, el rubio—. Prohibirnos preocuparnos es como prohibirnos quererte, Harry. Deseamos lo mejor para ti. Ver esa sonrisa con hoyuelos en tu cara y no esas deprimentes facciones.

Inmediatamente, el corazón de Harry se encogió. Genial, ahí estaba de nuevo, haciendo sufrir a las personas que más le importaban y quería. Los miró una última vez, antes de que sus ojos se comenzaran a llenar de lágrimas y corrió a ocultarse a su habitación.  Lo había arruinado todo de nuevo.

‘’Bien hecho, Harold’’ se reclamó a sí mismo ‘’La has jodido de nuevo. ¡Solo eso sabes hacer!’’

De repente, los párpados le pesaron demasiado que se cerraron por completo, llevándolo al mundo de los sueños.
A la mañana siguiente, el sonido de su celular le alertó que tenía un mensaje de texto. Sus hinchados ojos se enfocaron en la pantalla. Parpadeó un par de veces para acostumbrarse y leer con claridad lo que decían esas letras negras. Chasqueó la lengua. Tendrían una entrevista en dos horas. A regañadientes se levantó de su cama, corrió a ducharse y cogió la ropa más combinable posible.

Cuando decidió ir al comedor por un desayuno rápido, se encontró con la única persona que era capaz de armarlo y deshacerlo en un segundo.

—Buen día, Hazza.

Unas nauseas le entraron pero resistió darse la vuelta e irse de nuevo a llorar. Caminó como robot hacia el refrigerador y tomó la leche. Volteó al estante para agarrar el cereal y un cuenco. Se situó junto al mayor y se sirvió el desayuno, derramando un poco de todo. Louis rió.

—Veo que alguien sigue dormido —comentó, burlón.

Harry frunció el ceño y lo ignoró.

—No puedes hacer como que no existo por siempre…

— ¿Quién dice que no? —Aulló, enojado—. Es lo que has estado haciendo estos días, ¿no? ¿No tengo el derecho de hacer lo mismo?

Dejó caer la cuchara dentro del plato y se retiró del lugar para ir al apartamento de Liam a esperar por la entrevista. Paul fue a por cada uno y subieron todos a la camioneta, pero en lugar de sentarse como siempre, el menor se colocó junto a Niall y comenzó a hacerle una plática a mena, intentando despejar su mente. Fue una buena decisión, porque al llegar al programa y pasar por el maquillaje, se veía más como un humano que como un zombie. Sonreía ante las cosas que decía el rubio y le respondió con otras bromas más juguetonas.

La entrevista dio inicio como siempre, dándoles la bienvenida, hablando del álbum, las giras y eso.

—Chicos, chicos —Habló el anfitrión—. Tengo entendido que Louis y Liam tienen novia.

—Así es —Afirmó el Payne.

— ¿Hace cuánto que no las ven?

El más joven de los cinco se puso incómodo y lo hizo notar cambiando su postura a una más tensa.

—Hace como una semana vi a Danielle. Fuimos, eh, a una cena nosotros dos. Muy romántica.

—Parece que todo va viento en popa para ti, Liam. ¿Qué hay de ti, Louis?

—Estamos bien. Nos vimos hace dos días.

Harry que veía sus pies, giró su cabeza hasta encontrarse con los ojos azulados que tanto amaban y que lo destrozaban en este momento. El mayor tenía una sonrisa falsa y contestaba acerca de él y Eleanor. El Styles pensó que mientras él estaba deprimido y siendo un imbécil con sus amigos, su ‘’ex’’ novio había estado pasándola en grande con su beard.

—Entonces, ¿Zayn, Harry, Niall? ¿Para cuándo las novias?

Y sin más, explotó.

—No te preocupes por mí —se apresuró, Harry—. Yo desde hace meses que tengo a alguien.

Las chicas del público soltaron gritos de sorpresa y uno que otro jadeo. Al entrevistador le brillaron los ojos y ansioso por la exclusiva que tendría, esperó a que continuara. Tanto Louis como los demás lo veían incrédulos. ¿En serio planeaba contarles acerca de él y Lou? ¿Sería demasiado tarde y obvio para detenerlo?

—Danos más detalles, Harry —pidió, efusivamente el entrevistador.

—Oh, es como siempre he dicho —dijo—. Alguien divertido, con una sonrisa hermosa… Puedo hablar horas y horas sin aburrirme, y hasta hace poco creí que me amaba tanto como yo le amaba.

De nuevo, el público enloqueció.

— ¿Qué pasó con ella?

—No lo sé. Pienso que no me ama lo suficiente para que lo hagamos oficial. Nunca había sentido esto por nadie, pero…

— ¿Quién es? ¿Está presente?

Todos se miraron entre sí, buscando a la chica especial de uno de los jóvenes más codiciados del mundo. Ninguna se veía inusualmente perturbada, si no que todas estaban inquietas, mirando a todos lados. Louis empezó a mover su pierna nerviosamente y sorbió un poco del agua en su vaso. Su boca estaba seca y podía apostar a que le resto del grupo estaba igual de ansiosos.

Los ojos esmeraldas de Harry viajaron hasta Louis y le dio una sonrisa triste para volverse al entrevistador y contestar con la voz rota.

—No.

Sonidos de inconformidad volaron por la sala. El Tomlinson evitó suspirar de alivio y al instante se sintió culpable. Cuando sus ojos se habían encontrado con los de su amado, pudo ver cómo estaban vacíos y sin sentimiento. Aquello le devastó y volteó a ver a los demás, a la espera de su aprobación. Sus amigos le sonreían, con felicidad. Era ahora o nunca.

—Eso no es cierto, Harry.

El chico respingó ante la mención de su nombre y rápidamente busco el rostro de la persona que más amaba.

— ¿Entonces sí está aquí ella? —preguntó, de nuevo, el metiche hombre que les hacía la entrevista.

Niall rió.

—Actualmente, no es un ‘’ella’’.

Unas chicas del público gritaron. ¡Dios santo! Si no era un ‘’ella’’ era un ‘’él’’… Y quién más podía ser que el joven Louis Tomlinson.

—El Larry Stylinson es real —gritaban entre la multitud.

La mayoría de los presentes estaban perplejos y sin creerse lo que estaba sucediendo. Después de muchas especulaciones, de muchas negaciones, de todas las fotos y vídeos… Todo era real, verdadero y único. Las fans no estaban tan locas y ellos de verdad tenían una relación.

En el sillón eran Louis, Liam, Zayn, Niall y Harry, seguido de otro sillón individual para el entrevistador. Lou se levantó y se colocó de rodillas frente al chico de rulos y tomó sus manos entre las suyas, perdiéndose en ese mar verdoso.

— ¡Yo, Louis Tomlinson, amo a Harry Styles! —vociferó, imitando el grito que Harry había hecho hace unos días.

Y sus labios se encontraron, dándose un beso suave y dulce frente a millones de televidentes y a nivel nacional. Un beso que expresaba todo su amor y que no dejarían que nada y nadie les separara. Gritos de júbilo se oyeron y sus amigos reían y aplaudían que por fin podían ser felices.

Esa entrevista no sólo reveló la relación de Harry y Louis si no que iba a ser recordada por ser la más hermosa jamás hecha. Aquel perfecto momento entre esos chicos que se habían declarado de otro bando y que ya no temían de mostrar lo mucho que estaban unidos.

El beso se prolongó unos minutos más, dando por concluida la entrevista.

En cuanto se separaron, con las manos entrelazadas y con la voz dulce, Harry dijo:

— ¿Sabes qué tendremos problemas?

—Eso no importa mientras yo pueda estar contigo siempre, Harry.

Ese loco corazón pareció querer escarparse del pecho del menor. Suspiró.

—Te amo, Boo Bear.

—Yo te amo más, Hazza.

Fin

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