Summary: Harry y Louis llevan unos meses saliendo en secreto, pero el mayor no quiere hacerlo público y Harry se deprime. Teniendo un final inesperado. Para Jess, que le dije que haría un OS del Larry para dedicarselo. Love you x.
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—Esa entrevista fue bestial —dijo Liam con una adorable
sonrisa en su rostro. Los cuatro chicos asintieron y rieron por el comentario.
Había sido muy entretenida y con un final inesperado. Eso le
recordó a Harry lo que Louis había hecho.
—Hey, Boo Bear —Lo llamó haciendo que el detuviera su andar y
lo esperase—. ¿Cómo es que tocas al muñeco ahí pero a mí no me has tocado hace
muchas entrevistas?
El mayor rió con ganas. Se aseguró que nadie estaba viendo y
le dio un beso rápido en la comisura de sus labios, lo que hizo que el otro
sonriera. Ambos volvieron a cerciorarse que nadie los mirase y se tomaron de
las manos, caminando rumbo a la camioneta para encontrarse con los otros
chicos.
Niall estaba engullendo un Subway lleno de muchas cosas que
parecían no caber dentro del pan; Liam estaba texteando, seguramente en Twitter
hablando acerca de la entrevista y Zayn hablaba con Paul acerca de lo que
estarían haciendo las próximas horas.
Aquel dúo entró a la camioneta y se acomodaron de forma en
que Harry podía colocar su cabeza en el hombro de Lou, a pesar de que él era
más alto. Cerró sus ojos y esperó a que el sueño lo invadiera mientras sus
cabellos eran acariciados por esas manos tan conocidas. Suspiró y entre sueños
murmuraba el nombre de la persona amada.
Sin embargo, en algún momento, su sueño comenzó a volverse
pesadilla. De repente se encontraba en una habitación y en sus manos sostenía
varios periódicos con Louis en la portada… Pero no estaba solo. Claro que no. Lo acompañaba a lado una castaña de brillantes ojos con una sonrisa
deslumbrante, Eleanor Calder. Él sabía que no tenía por qué afectarle esto, que
era una farsa, y aún así el dolor persistía en su pecho. Comenzó a sentir como
el aire le hacía falta y la habitación se iba haciendo más pequeña a su
alrededor. Las lágrimas corrían por sus mejillas y lo único que quería era
despertar de ese mal sueño.
‘’Louis ha declarado: La amo más que nada. Eleanor es mi
vida’’ leía con letras grandes y negras al principio. ‘’Ella tiene mi corazón’’
‘’Es mi alma gemela’’… Y muchos más de testimonios que había dado en diversas
entrevistas. A ojos del mundo, ellos eran pareja pero para círculos cercanos se
sabía la verdad detrás del Larry Stylinson. Sólo que en esa habitación, sin
nadie cerca, no podía diferenciar la verdad de la ficción. ¿Eleanor Calder?
¿Louis Tomlinson? ¿Quién era él?
— ¡Harry! ¡Harry! —escuchó su nombre. Los periódicos tenían
toda su atención que no podía ver de dónde provenía la voz—. ¡Demonios! Hazza,
¡despierta!
Fue un despertar abrupto. Sus ojos se toparon con otros
azules que se veían preocupados. Parpadeó y sintió unas lagrimillas deslizarse
por sus pestañas y perderse en sus mejillas. Unos labios se posaron sobre los
suyos en un gesto de amor. Volvió a cerrar sus ojos y movió a la par su boca.
Fue inevitable el suspiro que se escapó. Ahí era a dónde pertenecía, a los
brazos de Louis.
— ¿Qué está mal?
—inquirió, angustiado el mayor.
Los sollozos de Harry se hicieron cada vez más notables y las
lágrimas cayeron. Se incorporó de su cama —ignorando por completo como había
llegado ahí, tal vez por Lou— y con voz temblorosa, imploró:
—Es suficiente.
La confusión surcó en el rostro del Tomlinson y esperó a que
le aclarara lo que quería decir.
—Tú y Eleanor —pronunció entre lloriqueos—. Cada que los veo juntos
mi corazón se rompe, Lou, y no es justo. Porque yo sólo quiero estar contigo,
yo sólo quiero que salgamos como una pareja normal lo haría. ¡PERO NO SE PUEDE!
Todo lo puedo tener excepto esto —sujetó las mejillas de su novio y le plató un
beso—. No es justo —dijo contra sus labios.
Esas palabras se repitieron por la mente de Louis, dándole
vueltas una y otra vez. Los suaves labios del chico de ojos esmeraldas seguían
sobre los suyos pero más como una caricia que como un beso. Sabía que tenía
razón, ¿cómo negarlo? Su ‘’relación’’ con Eleanor era en lo que pensaba en las
entrevistas y por momentos creía que era real. La dulce chica era buena
fingiendo y todo ese amor de alguna forma le llegaba. Y luego estaba ese chico
que ponía su mundo de cabeza, al que amaba de forma incondicional y que daría
su vida por él: Harry Styles.
Justo al que tenía frente a él.
—Harry, tú sabes que es por el contrato…
— ¡Al diablo con eso! —gruñó y se separó como si quemara—.
Estar en One Direction es de las mejores cosas que me ha pasado, ¿pero de qué
me sirve la fama si no puedo estar con la persona a la que amo, si no puedo
agarrarle de la mano y besarle en público?
—Estás siendo dramático…
— ¿Lo estoy siendo? —Las traicioneras lágrimas regresaron a
sus ojos y corrieron con libertad por sus ojos—. Pensé que tú me amabas y que
teníamos algo especial —dijo con voz resentida—. ¿Esto es un error? ¿Estoy mal
por amarte? ¡Contesta! ¿Estoy siendo egoísta al querer estar contigo? Dime… Sí
es así, te dejaré —agregó con mucha tristeza y pesadez—. No quiero ser un
estorbo en tu vida. Quiero tu felicidad más que nada —lloraba con fuerza que el
corazón de Louis se rompía en miles de pedazos al verlo en ese estado—. Además
me he dado cuenta que siempre que quiero decir que tenemos una relación, tú
dices algo que lo hace parecer broma, cuando no lo es. ¿Te avergüenzo, Louis?
Porque yo te amo como no tienes idea y no me da miedo gritar que te amo.
¿¡Escucharon!? ¡Yo, Harry Styles, amo a Louis Tomlinson! —vociferó con fuerza.
Le costaba entender lo que el menor le decía porque cambiaba
de tema tan rápido que no procesaba bien la información. Él no le avergonzaba,
al contrario, se daba vergüenza a sí mismo. No era lo suficientes pantalones
para declarar abiertamente su preferencia sexual y decir quién era la verdadera
persona con la que salía. Harry estaba hecho un lío de sentimientos. Se levantó
de la cama y dejó solo al chico de rizos. Tenía que pensar muchas cosas y verlo
en ese estado no lo dejaba concentrarse.
Pero Harry tomó aquello como un rechazo y su corazón se
rompió completamente.
Un par de días después, la joven pareja seguía sin hablarse.
Louis había decidido irse unos días con su familia, dejando al chico de rizos
en su departamento. Muchas dudas asaltaban su mente como pequeñas estrellas
fugaces: ¿Habían terminado? ¿Realmente nunca lo amó? ¿Qué pasaría con One
Direction? Sin embargo, no tenía respuesta a ninguna. El Styles se la pasaba
sin salir de su habitación, preocupando a Niall, Liam y Zayn, que lo visitaban
por turnos.
El aspecto demacrado de él les preocupaba. Liam dejó de
intentarlo porque se dio cuenta que necesitaba unos momentos de soledad…
Después Zayn y al final Niall, hicieron lo propio. Sí él no quería ser ayudado,
ellos no podían hacer absolutamente nada. Y se odiaban por eso. Aquel día, los
tres chicos estaban reunidos en la pequeña salita de estar de Louis y Harry,
charlando del comportamiento del menor, cuando de pronto, aquel nombre que ni
por la mente les cruzó, apareció.
—Sólo espero que no sea nada grave —Comentó, Niall—. Me
recuerda a cuando a Louis le impusieron tener una novia para alejar las
sospechas de su relación…
— ¡Louis! —Gritó, Liam, en un momento de iluminación—. ¿Crees
que él sepa algo acerca de Harry?
— ¿O qué sea el culpable de que esté así? —dijo como quién no
quiere la cosa, Zayn.
Se miraron entre sí y cogieron el teléfono, marcando un
conocido número de celular. Pusieron el altavoz; el primer timbre llegó,
seguido de un segundo. No fue hasta el quinto que una familiar voz respondió al
otro lado de la línea.
— ¿Hazza? —Su voz sonó esperanzada.
—Err, no —Carraspeó, Zayn—. Somos Niall, Liam y yo.
Unos segundos pasaron en silencio, donde sólo se escuchaba la
respiración del mayor.
— ¿Sí? ¿Qué desean? ¿Está todo bien? ¿Harry está bien?
—Oh, sí, no te preocupes, Louis —Se apresuró, Liam,
intentando calmar la ansiedad de su amigo—. Pero, precisamente, queríamos
hablarte de él…
Louis sabía lo que vendría a continuación, ¿para qué negarlo?
Querían una explicación al comportamiento de Harry. Él sabía cómo estaba; la
noche anterior se coló al departamento y fue a su habitación para encontrarlo
dormido y con rastros de lágrimas en sus mejillas incoloras. Un pesado suspiró
escapó de sus labios. Era su culpa. Su comportamiento, sus dudas, su orgullo.
— ¿Louis? —Inquirió, Niall, receloso—. ¿Qué ha pasado entre
tú y él?
La directa pregunta quedó en el aire, a la espera de su
respuesta.
—Eso no les incumbe.
Los cuatro chicos respingaron ante la grave voz del Styles,
que se encontraba viéndolos desde el margen de la puerta. Esa voz hizo que el
corazón de Louis se acelerara y sin poder reaccionar del todo, colgó el
teléfono y cogió las llaves de su auto, rumbo a su casa.
Mientras tanto, las miradas de Zayn, Niall y Liam viajaban de
entre sus rostros al del chico de rizos, que los fulminaba con la mirada.
Oprimieron el botón para dar por terminada la llamada e intentaron poner una
sonrisa en su rostro, siendo imposible a como se sentían. Harry se acercó a ellos,
lentamente, y con sus ojos pensativos.
—Chicos, no fue mi intención sonar así de rudo —aclaró—. Pero
lo que suceda entre Louis y yo, es entre nosotros dos…
—No —interrumpió, Zayn—. ¿No puedes ver que nos preocupas?
Harry rió secamente.
—Lo siento por esto —dijo sinceramente—. No fue ese mi
propósito. Yo los veo como unos hermanos, lo menos que quiero es su
preocupación. Lo siento —repitió.
—Sigues sin comprender —indicó, el rubio—. Prohibirnos
preocuparnos es como prohibirnos quererte, Harry. Deseamos lo mejor para ti.
Ver esa sonrisa con hoyuelos en tu cara y no esas deprimentes facciones.
Inmediatamente, el corazón de Harry se encogió. Genial, ahí
estaba de nuevo, haciendo sufrir a las personas que más le importaban y quería.
Los miró una última vez, antes de que sus ojos se comenzaran a llenar de
lágrimas y corrió a ocultarse a su habitación.
Lo había arruinado todo de nuevo.
‘’Bien hecho, Harold’’ se reclamó a sí mismo ‘’La has jodido
de nuevo. ¡Solo eso sabes hacer!’’
De repente, los párpados le pesaron demasiado que se cerraron
por completo, llevándolo al mundo de los sueños.
A la mañana siguiente, el sonido de su celular le alertó que
tenía un mensaje de texto. Sus hinchados ojos se enfocaron en la pantalla.
Parpadeó un par de veces para acostumbrarse y leer con claridad lo que decían
esas letras negras. Chasqueó la lengua. Tendrían una entrevista en dos horas. A
regañadientes se levantó de su cama, corrió a ducharse y cogió la ropa más
combinable posible.
Cuando decidió ir al comedor por un desayuno rápido, se
encontró con la única persona que era capaz de armarlo y deshacerlo en un
segundo.
—Buen día, Hazza.
Unas nauseas le entraron pero resistió darse la vuelta e irse
de nuevo a llorar. Caminó como robot hacia el refrigerador y tomó la leche. Volteó
al estante para agarrar el cereal y un cuenco. Se situó junto al mayor y se
sirvió el desayuno, derramando un poco de todo. Louis rió.
—Veo que alguien sigue dormido —comentó, burlón.
Harry frunció el ceño y lo ignoró.
—No puedes hacer como que no existo por siempre…
— ¿Quién dice que no? —Aulló, enojado—. Es lo que has estado
haciendo estos días, ¿no? ¿No tengo el derecho de hacer lo mismo?
Dejó caer la cuchara dentro del plato y se retiró del lugar
para ir al apartamento de Liam a esperar por la entrevista. Paul fue a por cada
uno y subieron todos a la camioneta, pero en lugar de sentarse como siempre, el
menor se colocó junto a Niall y comenzó a hacerle una plática a mena,
intentando despejar su mente. Fue una buena decisión, porque al llegar al programa
y pasar por el maquillaje, se veía más como un humano que como un zombie.
Sonreía ante las cosas que decía el rubio y le respondió con otras bromas más
juguetonas.
La entrevista dio inicio como siempre, dándoles la
bienvenida, hablando del álbum, las giras y eso.
—Chicos, chicos —Habló el anfitrión—. Tengo entendido que
Louis y Liam tienen novia.
—Así es —Afirmó el Payne.
— ¿Hace cuánto que no las ven?
El más joven de los cinco se puso incómodo y lo hizo notar
cambiando su postura a una más tensa.
—Hace como una semana vi a Danielle. Fuimos, eh, a una cena
nosotros dos. Muy romántica.
—Parece que todo va viento en popa para ti, Liam. ¿Qué hay de
ti, Louis?
—Estamos bien. Nos vimos hace dos días.
Harry que veía sus pies, giró su cabeza hasta encontrarse con
los ojos azulados que tanto amaban y que lo destrozaban en este momento. El
mayor tenía una sonrisa falsa y contestaba acerca de él y Eleanor. El Styles
pensó que mientras él estaba deprimido y siendo un imbécil con sus amigos, su
‘’ex’’ novio había estado pasándola en grande con su beard.
—Entonces, ¿Zayn, Harry, Niall? ¿Para cuándo las novias?
Y sin más, explotó.
—No te preocupes por mí —se apresuró, Harry—. Yo desde hace
meses que tengo a alguien.
Las chicas del público soltaron gritos de sorpresa y uno que
otro jadeo. Al entrevistador le brillaron los ojos y ansioso por la exclusiva
que tendría, esperó a que continuara. Tanto Louis como los demás lo veían
incrédulos. ¿En serio planeaba contarles acerca de él y Lou? ¿Sería demasiado
tarde y obvio para detenerlo?
—Danos más detalles, Harry —pidió, efusivamente el
entrevistador.
—Oh, es como siempre he dicho —dijo—. Alguien divertido, con
una sonrisa hermosa… Puedo hablar horas y horas sin aburrirme, y hasta hace
poco creí que me amaba tanto como yo le amaba.
De nuevo, el público enloqueció.
— ¿Qué pasó con ella?
—No lo sé. Pienso que no me ama lo suficiente para que lo
hagamos oficial. Nunca había sentido esto por nadie, pero…
— ¿Quién es? ¿Está presente?
Todos se miraron entre sí, buscando a la chica especial de
uno de los jóvenes más codiciados del mundo. Ninguna se veía inusualmente
perturbada, si no que todas estaban inquietas, mirando a todos lados. Louis
empezó a mover su pierna nerviosamente y sorbió un poco del agua en su vaso. Su
boca estaba seca y podía apostar a que le resto del grupo estaba igual de
ansiosos.
Los ojos esmeraldas de Harry viajaron hasta Louis y le dio
una sonrisa triste para volverse al entrevistador y contestar con la voz rota.
—No.
Sonidos de inconformidad volaron por la sala. El Tomlinson
evitó suspirar de alivio y al instante se sintió culpable. Cuando sus ojos se
habían encontrado con los de su amado, pudo ver cómo estaban vacíos y sin
sentimiento. Aquello le devastó y volteó a ver a los demás, a la espera de su
aprobación. Sus amigos le sonreían, con felicidad. Era ahora o nunca.
—Eso no es cierto, Harry.
El chico respingó ante la mención de su nombre y rápidamente
busco el rostro de la persona que más amaba.
— ¿Entonces sí está aquí ella? —preguntó, de nuevo, el metiche
hombre que les hacía la entrevista.
Niall rió.
—Actualmente, no es un ‘’ella’’.
Unas chicas del público gritaron. ¡Dios santo! Si no era un
‘’ella’’ era un ‘’él’’… Y quién más podía ser que el joven Louis Tomlinson.
—El Larry Stylinson es real —gritaban entre la multitud.
La mayoría de los presentes estaban perplejos y sin creerse
lo que estaba sucediendo. Después de muchas especulaciones, de muchas
negaciones, de todas las fotos y vídeos… Todo era real, verdadero y único. Las
fans no estaban tan locas y ellos de verdad tenían una relación.
En el sillón eran Louis, Liam, Zayn, Niall y Harry, seguido
de otro sillón individual para el entrevistador. Lou se levantó y se colocó de
rodillas frente al chico de rulos y tomó sus manos entre las suyas, perdiéndose
en ese mar verdoso.
— ¡Yo, Louis Tomlinson, amo a Harry Styles! —vociferó,
imitando el grito que Harry había hecho hace unos días.
Y sus labios se encontraron, dándose un beso suave y dulce
frente a millones de televidentes y a nivel nacional. Un beso que expresaba
todo su amor y que no dejarían que nada y nadie les separara. Gritos de júbilo
se oyeron y sus amigos reían y aplaudían que por fin podían ser felices.
Esa entrevista no sólo reveló la relación de Harry y Louis si
no que iba a ser recordada por ser la más hermosa jamás hecha. Aquel perfecto
momento entre esos chicos que se habían declarado de otro bando y que ya no
temían de mostrar lo mucho que estaban unidos.
El beso se prolongó unos minutos más, dando por concluida la
entrevista.
En cuanto se separaron, con las manos entrelazadas y con la
voz dulce, Harry dijo:
— ¿Sabes qué tendremos problemas?
—Eso no importa mientras yo pueda estar contigo siempre,
Harry.
Ese loco corazón pareció querer escarparse del pecho del
menor. Suspiró.
—Te amo, Boo Bear.
—Yo te amo más, Hazza.
Fin
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