miércoles, 23 de marzo de 2011

Love Symphony -Out Of Control

Disclaimer: Va, Twilight es de la señora Meyer y la canción que utilicé es Out Of Control -como el título- de Hoobastank.



Love Symphony



.Out Of Control.




No importaba como, Bella siempre se las arreglaba para imponer una moda. Habían pasado sólo un par de semanas desde su llegada, pero toda la escuela la conocía; la saludaban por los pasillos y convertirse en sus mejores amigos. Esa vez, había llevado un dije de corazón en un collar hecho con tapas de botellas, pintadas de color azul. Días más tarde, todos usaban collares similares con diferentes dijes.

Saludaba a casi todo el mundo. Sí, la única excepción era Edward. No lo podía ver ni en pintura. Cada sonrisa que le daba, cada intento de coqueteo era frustrado por su cortante voz. Siempre se daba la vuelta y hablaba con la primera persona que encontraba. Eso iba a cambiar.

Dentro de la clase de Cultura y sociedad, había un chico demasiado lindo para ser un nerd, pero no lo suficiente para ser modelo. Su nombre era Riley Biers.  Tenía un cabello suave y siempre peinado de forma casual y unos expresivos ojos grises. E inevitablemente, se habían vuelto cercanos. No estaba enamorada del chico, aunque no podía negar que no le atraía.

Pero Bella no era la única que había notado a Riley. Entre los más de trescientos estudiantes, Aria lo había conocido por accidente. Sus casilleros estaban a unos cuantos, por lo que todos los días lo veía. Había desarrollado un enamoramiento por Biers, y él ni en cuenta. Aria era demasiado tímida con los chicos, por lo que se intimidaba cuando la invitaban a salir. En su fuero interno, deseaba tener la valentía de su hermana.

Todos los días, antes de la escuela, se armaba de valor para saludarlo cuando se lo encontraba ‘accidentalmente’, hasta que sus ojos vieron algo que la dejaron confundida.

I’ve done everything as you say, 
I followed your rules without question

Su hermana, prácticamente, devoraba la boca de Riley. Esa fue una de las muchas demostraciones de afecto en público que presenció. Un nudo se formaba en su garganta cada que los veía y no podía hacer nada. ¿Riley? Él sólo la saludaba fraternalmente, era la hermanita de su novia. La perfecta Bella.

Evitaba encontrarse con él y con su hermana, hasta que un día, el ángel la vio llorando.

— ¿Aria? —Preguntó, preocupado, recargándose a su lado. El asunto se había salido de sus manos, ya no podía soportarlo más.

Con todos los detalles, entre sollozos, le explicó lo que pasaba. Los ojos del ángel se abrieron sorprendidos. Y entonces, sonrió diabólicamente. Sus metas no eran muy diferentes. Era un ángel de doble cara. Realmente estaba preocupado por Aria, pero la usaría a su favor sin hacerle daño. ¿Qué podía perder? Su plan tenía más pros que contras.

I thought it would help me see things clearly

Él, le explicó lo que debía hacer. Al principio, creyó que había enloquecido. Los ojos esmeraldas del ángel fueron demasiado cálidos, que terminó confiando ciegamente en él. Sonrió, entusiasmada. Alguien quería ayudarle. Sólo que no sabía que él también la necesitaba.

Quedaron de verse al día siguiente.

Se vistió rápidamente. Maquilló su rostro. Roció perfume por todos lados. Estaba impecable. Bella sonrió orgullosa. Ya era hora de que su hermana saliera de su pequeño caparazón. Lo que no sabía, era que se arrepentiría más tarde. Sí, no todo era como ella lo espera, y se iba a arrepentir muy pronto.

Condujeron hacia la escuela, luego de abrirse entre la sociedad estudiantil, se habían ganado unos lugares en la zona VIP de la escuela. No se molestaron en averiguar a quién se lo habían robado. Sonrieron a todos y como siempre, Bella fue al encuentro de su novio. Él la esperaba en los casilleros con las manos en los bolsillos y viendo hacia el frente. En cuanto divisó su rostro, sonrió, y la besó. Ella debía admitir, que el chico sabía cómo utilizar su boca, además de para comer. No tenía nada contra besarse con miradas curiosas alrededor, al contrario, eran bienvenidos de mirar.

El beso terminó demasiado pronto para el gusto de Riley, que hizo una mueca. Bella se rió fuertemente, antes de girarse. Entonces, su risa murió. Entrecerró los ojos para asegurarse que veía bien. Las figuras que venían tomadas de la mano no eran nada más y nada menos que su hermana y Edward. ¡Edward! Su rostro se puso rojo. Ira. Avanzó hasta ellos con pasos firmes. Todos la miraban boquiabiertos. ¿Había enloquecido? No, simplemente, estaba furiosa. Cuando estuvo frente a ellos, deshizo la unión de sus manos. Le echo una mirada a Edward, para después concentrarse en Aria.

— Me puedes explicar qué haces con este mozalbete.

Aria bajó la mirada—. Es mi novio —Susurró, entre dientes.

Bella enmudeció. ¿Qué había dicho? ¿Su novio? Sintió la presencia de Riley tras ella, pero lo ignoró. No necesitaba un guardaespaldas ni un novio en estos momentos. Tampoco estaba segura si debía estar feliz porque Aria tuviera un novio —y muy guapo—, además de que fuera su enemigo mortal. Edward, el novio de su hermana menor. Lo fulminó con la mirada. Éste sólo pasó una mano por la cintura de su novia y besó su coronilla, mientras miraba desafiante a Bella. Fue cuando se iluminó. Ojalá nunca hubiera tenido esa horrible idea.

— ¿Qué les parece una cita doble, hoy, en la noche a las siete? —Sonrió cordialmente a su enemigo. Edward se veía confundido. Definitivamente, Bella era bipolar—. Ya saben,  Aria y Edward, Riley y yo.

Su hermanita sonrió y asintió. Pero se veía que su acompañante no estaba muy seguro; se encogió de hombros. La chica cogió la mano de Riley y se fueron rumbo a su próxima clase. Los cuatro se habían metido en la peor noche de sus vidas. Aquello que parecía un pequeño escarmiento por parte de Bella, se iba a convertir en su infierno personal.

Where should I go? What should I do?
I don't understand what you want from me

Como buenas hermanas que son, se ayudaron mutuamente en los arreglos de esa noche. Había un contraste gracioso en la forma que decidieron vestirse. Bella iba con una blusa normal negra que con letras plateadas, anunciaba ‘Kiss Me’. Acompañado de unos pantalones acampanados, zapatos de cinco centímetros a juego y su cabello recogido en un moño informal. Parecía que iba a una salida con sus amigas, que a una cita; eso sí: se ella se veía deslumbrante. La dulce Aria, había optado por un vestido strapless debajo de las rodillas color frambuesa, zapatos de piso blancos. Ya que su hermana llevaba el cabello recogido, decidió dejarlo suelto.

Se miraron, entusiasmadas, esperando en su sala de estar. Prácticamente saltaron hacia la puerta cuando escucharon el timbre. Ding Dong Dang. Se quitaron as pelusas imaginaria abrieron la puerta con una enorme sonrisa de oreja a oreja. Bella, como a perfeccionista que era, le había ordenado a Riley que se vistiera a juego; traía una playera informal de alguna banda de rock que ella desconocía y unos jeans rotos. Le examinó, y le hizo una seña de aprobación. Salieron cogidos de la mano.

Cause I don't know if I can trust you

No podían estar menos combinados. Edward vestía también una playera negra y jeans. Bella parecía ir acompañada de dos galanes y Aria era la chaperona. Su rostro cayó. Ella siempre se las arreglaba para ser la más disfuncional de todos. Caminaron calle abajo, a un pequeñísimo. Sólo contaba con seis mesas. Escogieron una de las del fondo. Nadie, excepto Bella, sabía que decir. Para romper el hielo, y empezar su pequeño escarmiento, habló:

 — ¿Cómo se conocieron?

—En el pasillo…

—En las canchas…

Se miraron entre sí. Sus respuestas habían salido al mismo tiempo, por lo que trataron de nuevo, diciendo lo que su pareja había dicho. Por lo tanto, se conocieron en el pasillo/cancha. La hermana mayor les regaló una sonrisa tierna antes de besar a su novio. No fue un simple beso de pico. Fue con todo y lengua. A Riley le costó seguirle el ritmo. Pasaron minutos incómodos para Aria y Edward. Y, una vez que finalizó el beso, Bella se volteó hacia ellos.

— ¿Qué es lo que más te gusta de ella? —Le preguntó al chico de ojos esmeraldas, haciendo un gesto hacia su hermanita.

La mente estuvo en blanco. ¿Qué le gustaba de Aria? Nada. ¿Qué le gustaba de Bella? Todo. ¿Le diría que se sentía atraído por ella teniendo a su novia a un lado? Aria no sabía que la estaban utilizando, de la misma manera que ella lo hacía con él. Suspiró y pasó su mano por sus cabellos. Con nervios palpables, dijo:

—Ella… —Miró de reojo a Bella—. Pone mi mundo al revés.

Aria no se sonrojó ni se avergonzó. Ni siquiera escuchó lo que dijo, estaba muy ocupada viendo como Riley jugaba con su comida y hacia una cara. Sonrió, en dirección a él. Gesto que no fue desapercibido por su hermana, que enarcó una ceja.

Or all of the things you've said to me
and I may never know the answer
to this endless mystery

Los ojos cafés de las hermanas se miraron. Bella de manera desafiante, y Aria, asustada. Luego de que el tenso ambiente cortara todo signo de posible conversación, se dedicaron a comer. Parecía que la cena iba a terminar sin precedentes, pero Bella le pidió a su hermana que a acompañara al tocador, dejando a los chicos solos en la mesa para que hablaran de… ¿Cosas de hombres?

— ¿Desde cuándo te gusta Riley? —Directa, sin rodeos.

— ¿Qué? ¿Qué te hace creer que me gusta Riley Biers? —Respondió de inmediato, evadiendo la pregunta.

—No soy tonta. Tal vez parezco, pero no. He… Tenido esos enamoramientos donde suspiro y le hago ojos de cordero a medio morir. Ya te lo dije, estúpida es lo menos que soy…

—Alto —Interrumpió—. No tengo por qué darte explicaciones, Isabella.

Where should I go? What should I do?
I don't understand what you want from

Bella frunció el ceño—. Me las debes, lo sabes.

—Ese es tu problema —Dijo entre dientes—. Eres impulsiva y haces todo en un chas. Pides mucho y no das nada a cambio, sólo te importa tu bienestar. Te quieren por ser una perra. Una maldita perra con suerte.

¿Qué…? Su hermanita la había llamado ‘perra’. Perra con suerte. Le sonrió sarcásticamente. No tenía ganas de pelear por celos de hermanas. ¿Qué le envidiaba la popularidad? Era obvio. ¿Su novio? Y lo quisiera ella. No era su primera gran pelea de hermanas, pero si la más fuerte. Incluso la bofetada en el rostro de Aria no fue nada. Los rasguños en los brazos de Bella, no fueron nada.

Habían sido lastimadas mutuamente, más verbalmente que físicamente.

I feel like I’m spinning out of control, 
try to focus but every things
twisted
and all along I thought you would be there
to let me know I’m not alone 
but in fact that’s exactly what I was
all alone and spinning out of control. Out of control...

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